Sasaki y Pii-chan
Vol. 9 VTubers, Primera Parte Parte 1
(Punto de Vista de la Vecina)
Al día siguiente, Abadón y yo nos encontramos rodeados de una variedad de máquinas y dispositivos.
Chica Robot los trajo cargándolos ella misma, explicando que todos eran artículos necesarios para iniciarse como VTuber. Llegó a primera hora de la mañana y trabajó con rapidez y eficacia, igual que una transportadora de mudanzas profesional.
Algunos de los objetos los reconozco, como el portátil, la cámara, el micrófono, el monitor y el parlante. Otros nunca los había visto, como el dispositivo de captura de movimiento y la interfaz de audio. Todos se ven muy avanzados. Para cuando Chica Robot termina, la habitación de invitados de la casa se ha transformado en un estudio de grabación dedicado.
No solo trae todo el material, sino que también lo instala. Cuando le pregunto de dónde lo robó, me responde que lo fabricó ella misma. Al parecer lo hizo en su fábrica en la superficie de la luna, igual que los traductores que usamos para hablar con Rubia. La luna se siente mucho más cercana últimamente.
Aparentemente, todos los dispositivos son compatibles con los que se usan en la Tierra, pero son mucho más avanzados que cualquier cosa disponible en el mercado. La laptop, por ejemplo, parece a primera vista una computadora común que podrías encontrar en una tienda de electrónica. Sin embargo, su capacidad de procesamiento supera la suma de todas las demás computadoras del planeta. Chica Robot la ha puesto sobre un escritorio en la esquina y, cuando intento usarla, descubro que funciona exactamente igual que las de la sala de informática de la escuela, hasta el sistema operativo. Las formas de vida mecánicas realmente son de otro nivel.
— Ni siquiera ha pasado un día y ya está todo listo, —dice Abadón mientras revisamos el equipo.
—Estoy tan sorprendida como tú, Abadón.
—¿De verdad valió la pena todo esto por lo que hiciste en la escuela?
—Si tengo otra oportunidad, quizá intente acercarme un poco más a la hermana menor.
No tenía idea de que nos proporcionaría un equipo tan completo. En nada de tiempo, teníamos un espacio que parecía algo en lo que una gran empresa gastaría diez millones, o incluso cien millones de yenes.
—Me pregunto qué pasaría con tu autoestima si terminaras en último lugar teniendo todo esto.
—Si eso pasa, tú tampoco saldrás ileso.
—¿Eh? Espera, ¿yo también estoy incluido?
—Eso fue lo que acordamos cuando empezamos, ¿recuerdas?
—¡Entonces supongo que tengo que arremangarme y ponerme a trabajar!
Chica Robot incluso ofrece un servicio de soporte de primera categoría. Dice que estará monitoreando el sistema constantemente y que, si surge algún problema, accederá de forma remota a la red de dispositivos y lo arreglará en poco tiempo.
Además, la configuración es extremadamente amigable para principiantes. Si digo en voz alta lo que quiero hacer, una pantalla aparece en el aire y me muestra cómo hacerlo. Y si aun así no lo entiendo, Chica Robot vendrá en persona a enseñarme.
Abadón tiene razón. De verdad todo está cubierto. La desventaja es que Chica Robot conocerá todos nuestros videos. Pero bueno, esta vez no hay ningún problema con eso, así que decido dejarle todo a ella.
— ¿Qué idea tuviste para el diseño de este modelo 3D? —pregunta Abadón.
—Buscaba hacer una chica del tipo protagonista femenina genérica, de esas que encuentras en anime y manga para chicos. Pensé que sería mala idea intentar algo demasiado original. ¿Ves algo problemático en ello, como demonio?
El personaje frontal —que se dice es el núcleo mismo de un VTuber— ya había sido preparado para mí. Chica Robot y yo nos sentamos frente a la laptop y trabajamos juntas para modelarlo hace un rato. La palabra «modelar» hace que el proceso suene excesivamente técnico, pero lo único que hice fue responder sus preguntas. Me preguntó sobre rasgos faciales, estilos de peinado y vestimenta, y el modelo cambiaba por sí solo para reflejar mis respuestas. Tras varias rondas de preguntas, nos decidimos por el diseño actual.
—No exactamente. Solo me preguntaba si quizá era un poco… aspiracional.
—La verdad, no sé muy bien a qué «aspiro».
—Supongo que por eso sigues manteniendo distancia de él, ¿no?
—Sí, y si lo entiendes, me gustaría que me ayudaras un poco más reuniendo información.
Tal como Abadón señaló con ese sarcasmo suyo, el modelo 3D terminado no se parece en nada a mí. El rasgo más llamativo del personaje virtual es su cabello largo, lacio y brillante. Viste colores vivos, tiene la piel clara y unos ojos grandes y redondos. Es hermosa, con facciones bien equilibradas.
Con su sonrisa afable y natural, me recuerda a una estudiante ejemplar que es amable con todos en la clase, tanto chicos como chicas. Lleva la corbata bien ajustada en el cuello y un blazer que le queda perfecto. Su apariencia rebosa luz y optimismo.
—Parece que a la gente le gustan las chicas que se ven así. Por lo que he visto, suelen ser protagonistas en animes y mangas populares, desde clásicos antiguos hasta los grandes estrenos recientes.
—Ya veo. ¡Una belleza estándar, entonces!
—Exacto.
Cuando Chica Robot terminó su trabajo, se marchó de inmediato. Le pregunté si quería quedarse a tomar una taza de té, pero mostró un sorprendente autocontrol y dijo que tenía otras cosas que hacer. Ahora las dos nos sentimos aún más en deuda con ella. Claro, siempre es posible que ese fuera su objetivo.
—¿Le pusiste nombre al modelo?
—Tengo pensado elegir entre Misaki, Moe, Ayano y Yuuka.
—Son nombres muy concretos. Y ya los tenías preparados. Me da curiosidad por qué.
—Al parecer, el setenta por ciento de los espectadores de VTubers tiene entre diez y cuarenta años.
—¡Ah, entonces esta parte de la cultura humana está orientada a los más jóvenes! Pero ¿qué tiene que ver eso con su nombre?
—Dentro de ese setenta por ciento, la mayor parte de las contribuciones monetarias proviene de hombres económicamente estables de veintitantos a treinta y tantos años. Si voy a apuntar específicamente a ese grupo, creo que usar un nombre femenino común dentro de su generación ayudará bastante a ganarme su afecto.
—Vaya. Eso es aún más astuto de lo que imaginaba. ¡Estoy impresionado!
—No es ser astuta. Es marketing, ¿entiendes? Averigüé qué nombres de bebé fueron los más populares en esos años relevantes, luego elegí algunos que no fueran demasiado comunes, pero que tampoco los usaran VTubers famosas actualmente.
—Desde el diseño hasta el nombre… parece que todo es coherente.
—¿Cuál te gusta más?
—¿Eh? ¿Quieres que yo elija?
—Si no tienes una opinión, me quedaré con Misaki. Ese fue el nombre de bebé más popular en esa época.
—Bueno, ¿por qué no? Ese «marketing» tuyo sugiere que es la mejor opción, ¿no? Pero ese es solo el nombre de pila. Todavía necesitas un apellido. ¿Cómo vas a elegirlo? ¿Vas a optar otra vez por algo familiar?
—Si hiciera eso, se llamaría Misaki Satou.
—Ah, se me acaba de ocurrir algo. Si eliges algo demasiado común, ¿no quedará tu página enterrada en los resultados de búsqueda? Si buscas visitas basadas en reconocimiento del nombre, eso podría ser fatal.
—Eres bastante perspicaz.
—Entonces, ¿de verdad no tienes nada en mente?
—Si soy sincera, pensaba que no importaba demasiado. Pero acabo de cambiar de opinión. La hermana menor hizo un trabajo sorprendente consiguiéndome todo este equipo, así que creo que debería poner algo de esfuerzo real.
—Entonces ¿por qué no eliges algo especialmente inusual esta vez?
—Entendido. Buscaré los apellidos más raros de Japón.
Abro una ventana del navegador en mi teléfono y escribo algunos términos: «apellido», «más raro» y «Japón». La información que busco aparece de inmediato. Al parecer, los apellidos raros son famosos por ser raros, y hay muchos sitios con datos sobre ellos. Pero…
No, esto no va a funcionar.
—Ya lo tengo, Abadón.
—¿En serio? Eso te tomó casi nada…
—Su nombre será Misaki Saemonsaburou.
—Oh, eso es bastante… idiosincrático. Excesivamente, si me preguntas.
—Sí, definitivamente ese no. No fluye para nada.
Mis disculpas a cualquiera que pertenezca a la familia Saemonsaburou, pero simplemente no puedo usar ese apellido para nuestro producto. Quiero algo un poco más fácil de decir; un nombre pegadizo, que suene bien. Especialmente si suma a la personalidad del modelo 3D.
—Bueno, ¿por qué no miramos el modelo y pensamos en algo que le quede bien?
—¿Quieres decir basarnos en cómo se ve?
Por su apariencia, parece dulce y adorable. No estoy segura de que sea del tipo al que podría hablarle con total franqueza, pero definitivamente es de esas que tendrían muchos amigos. Probablemente podría moverse con agilidad por el salón, siendo siempre una de las chicas populares.
—Parece una extrovertida brillante y amigable, así que ¿qué tal Misaki Hanano? En japonés, Hanano significa «campo de flores».
—¡Le calza perfecto a su personalidad! Supongo que su palabra clave sería «flor», ¿cierto?
—Creo que podemos encaminarlo en esa dirección, sí.
Hasta su nombre se siente como un plan calculado. Todo esto es terriblemente estratégico. Pero supongo que fui yo quien lo sugirió.
—Ahora que ya tenemos un nombre, pasemos a su edad, gustos y pasatiempos.
—Para alguien que no sabe lo más básico sobre las VTubers, tienes un plan de acción bastante sólido.
—Busqué en internet cómo convertirse en una, y solo estoy siguiendo los pasos. Normalmente debes decidir la personalidad —y el nombre, obviamente— antes incluso de encargar el modelo 3D.
—¿Eso significa que ya tienes una idea del tipo de videos que quieres hacer?
—El sitio de instrucciones que encontré sugería empezar con una presentación del personaje.
—¡Ah, conque por eso necesitas definir su edad y sus pasatiempos de antemano!
—Exacto.
Abadón y yo recorremos la lista, decidiendo la personalidad del modelo 3D. Pero si incluso crear el nombre fue complicado, escoger sus hobbies, gustos y manías requiere aún más esfuerzo. Pasa un poco menos de una hora antes de que terminemos de completar todo.
Misaki Hanano tiene dieciséis años y asiste a la preparatoria. Sus intereses incluyen ver películas, leer libros y la jardinería. Le gustan las flores bonitas, los dulces, los perros y los gatos. No le gustan las multitudes, la gente violenta ni las bromas subidas de tono. Su sueño para el futuro es casarse con un hombre maravilloso y abrir una florería.
En resumen, es una cursilería. Una cursilería absolutamente magnífica.
Todo esto es resultado de llevar la palabra clave «flor» al extremo.
—Bueno, ahora tenemos un personaje cuyos gustos e intereses son todos dulces, pero empiezo a encontrar su apariencia un poco sosa. La sencillez no está mal, pero creo que podríamos darle un atractivo extra.
—Sí, estoy de acuerdo, —digo, girando para mirar uno de los dispositivos en la habitación.
Según el fabricante, puedo usar comandos de voz para comunicarme con el equipo. Fijo la mirada en uno de los muchos micrófonos y cámaras repartidos por la sala y me concentro en proyectar mi voz hacia lo que sea que esté al otro lado.
—Disculpa. ¿Podrías añadir decoraciones a la cabeza del modelo 3D? ¿Como un broche con forma de flor? Y, si es posible, ¿podrías añadir accesorios florales en cualquier espacio libre de sus manos y piernas?
En respuesta a mi pedido, el modelo 3D en la pantalla empieza a cambiar. Un broche con forma de ramillete de flores aparece en su cabello. Luego, un bolso escolar con otro accesorio floral surge de la nada y se posa a la altura de sus piernas. Finalmente, un pequeño distintivo de flor se añade en su pecho.
Aunque esta clase de obsesión floral sería vergonzosa en la vida real, en un modelo 3D es tolerable. De hecho, parece perfectamente natural. Las formas de vida mecánicas tienen un sentido estético más agudo de lo que imaginaba.
—¡Guau! Eso sí que es impresionante.
—Gracias. Lo aprecio de verdad.
El modelo 3D en la pantalla hace una ligera reverencia en respuesta. Supongo que el gesto quiere indicarme que el equipo sigue escuchando. Una vez más, me sorprende la rapidez con la que ha hecho los ajustes.
Visualmente, el modelo ahora es perfecto. Creo que funcionará bien como una especie de hada de las flores.
— ¿Pero estás segura de que podrás convertirte por completo en este personaje? —pregunta Abadón—. Es muy encantadora.
—……
Su comentario casual me deja sin palabras. Tiene razón, creo.
—¿Qué ocurre? Estás completamente perpleja. Como una paloma golpeada con una cerbatana.
—No, no es cierto. No es nada.
—O espera, la gente usa rifles automáticos hoy en día, ¿no?
—Para. Me da pena la paloma.
Había creado una personalidad basándome únicamente en la popularidad potencial ante los espectadores, pero a fin de cuentas no es más que una marioneta. Alguien tiene que ponerse en su piel y darle voz. Estoy segura de que Chica Robot podría encargarse incluso de eso con su súper tecnología, pero entonces yo no haría nada. ¿Pero de verdad puedo dar vida a un personaje tan luminoso y alegre?
—No me digas que olvidaste que tendrías que hablar a través de ella.
—Estaba tan concentrada en la parte de marketing que pasé por alto un detalle bastante importante.
—¿En serio? Yo estaba seguro de que era una manifestación de tu deseo de cambiar.
—……
Estaba tan obsesionada con conseguir visitas que olvidé por completo mi absoluta falta de habilidades sociales. Pero tal vez funcione una vez que empiece. Hay VTubers por montones. Solo tengo que encontrar otro personaje brillante y alegre y hacer lo que ellas hacen. Quiero decir, no puedo echarme atrás ahora y pedir empezar desde cero. Dicho eso, todos parecen pensar que soy sombría… y estoy de acuerdo.
Justo cuando mi ritmo cardíaco empieza a acelerarse, la voz de Chica Robot resuena por la habitación.
—Hermana Mayor, Hermano Mayor, hoy es día libre, pero la familia se está reuniendo en casa.
La voz sale del altavoz de la laptop. Debe estar usando los micrófonos y cámaras para monitorear nuestra ubicación y decidió contactarnos así en lugar de usar la aplicación de mensajería habitual.
—Me gustaría invitarlos a ambos. Si lo desean, puedo pasar a recogerlos.
—¿Mi vecino también está ahí?
—Tu intuición es correcta, Hermana Mayor. Padre está presente.
—Bien. Entonces me gustaría ir contigo, si está bien.
—Entendido. Llegaré en un momento.
Ya habíamos creado el modelo, así que supongo que eso era todo. Solo me quedaba dar lo mejor de mí para no desperdiciar la muestra de amabilidad de la hermana menor.
*
Al día siguiente era feriado. Eso normalmente significaba una pausa para nuestra familia ficticia, ya que técnicamente formaba parte de nuestro trabajo. Salvo que nuestro jefe hiciera alguna petición descabellada, podíamos usarlo como excusa para asegurarnos algo de tiempo privado para nosotros. Exceptuando a la Srta. Futarishizuka y a mí, la Señorita Hoshizaki vivía con su hermana menor, así que Tipo Doce no podía pedirle que renunciara a más tiempo.
A pesar de eso, el concurso de la Srta. Futarishizuka seguía rondándome la cabeza. Le envié un mensaje casual por nuestra aplicación de chat habitual para preguntarle qué planeaba hacer ese día, y me respondió que iba a subir al OVNI para instalar algo de equipo de transmisión en el galpón prefabricado del patio… en esencia, trabajar durante el fin de semana. Me quedé pasmado.
Sabiendo en qué estaba, yo tampoco pude darme el lujo de pasar el día descansando; mis piernas se movieron por su propia cuenta. Usando la magia de teletransportación de Pii-chan, dejamos nuestro hotel en Tokio y nos transportamos a la villa de Karuizawa. Allí le pedimos a Tipo Doce que nos llevara al OVNI.
La magia del Sabio de las Estrellas probablemente podría habernos llevado directo, pero no quería activar por error algún tipo de sistema de defensa entrando sin el permiso explícito de la dueña. Cuando llegamos a la casa de estilo japonés, encontramos a la Srta. Futarishizuka en el patio, yendo y viniendo entre el galpón y el edificio principal.
—¿También viniste, eh? —preguntó.
—No tenía nada más que hacer, así que sí.
—¿Pero qué viento extraño te trajo por aquí? Hoy debería ser un día de descanso.
Llevaba en brazos un carrete de cable eléctrico. No era solo un alargador retráctil para uso doméstico: era claramente de nivel profesional, pensado para cortarse y modificarse. Una escalera de tijera estaba apoyada contra el costado del galpón, y llevaba a una caja de conexiones con la tapa removida.
También tenía un cinturón de herramientas sobre su kimono, una apariencia muy excéntrica. Por lo visto, había estado conectando electricidad al galpón por su cuenta. Supuse que en el vecindario había varios postes eléctricos.
—Bueno, al final fui yo quien sugirió este pequeño concurso. Necesito dar un buen ejemplo para la familia, ¿no crees? Por eso cedí admirablemente mi día libre para ocuparme de ciertos asuntos urgentes.
—Entonces, ¿de verdad hay electricidad circulando por los postes de por aquí?
—Yo también había asumido que eran solo decorativos. Pero le pregunté a la chica robot y me dijo que transportan seis mil seiscientos voltios, y que usan energía trifásica estándar. El transformador también es auténtico. Entrega cien y doscientos voltios directo a la casa.
—Eso es, um… muy elaborado…
Tipo Doce realmente había pensado en todo al actualizar nuestro entorno doméstico. Una vez más, podía sentir su dedicación hacia nuestra familia ficticia. Una forma de vida mecánica jamás necesitaría equipo como ese. Me resultaba extraño imaginarla fabricando todo eso en silencio allá en la luna y en otros lugares más allá del alcance de la humanidad.
—¿No se enojará si tocas cosas sin permiso?
—Ah, tengo permiso.
—Bueno, entonces…
—Cuando jugaba con radios, construí mi propia estación base. Para hacerlo, me esforcé un poco y obtuve la certificación de electricista de tercera categoría. Esta vez no hay ninguna razón para hacerlo, pero si lo necesito, incluso puedo conectarme a un poste de la Tokyo Electric con un transformador.
—Hacer trabajos eléctricos es una cosa, pero ¿no es demasiado obtener una certificación de tercera categoría solo por un pasatiempo?
—¿Tú crees? Te sorprendería cuántos ancianos obtienen certificaciones así solo para dedicarse a sus intereses. Cuando aprendes cosas nuevas —incluso cosas que están en tu propia calle— empiezas a ver el mundo de otra forma. Hay muchos ancianos a los que les gusta ese tipo de cosas.
—Supongo que nunca me di cuenta.
La Srta. Futarishizuka había estado aumentando últimamente el acoso de tono sexual, así que este repentino ataque de seriedad realmente me descolocó. Resultaba un poco frustrante. ¿Qué seguiría ahora? ¿Que había pasado el examen de abogacía o que tenía licencia médica? No parecía tan descabellado.
—Me resisto profundamente a estar de acuerdo contigo en nada, pero en este punto, pensamos igual. Aprender cosas nuevas cambia la perspectiva de uno. Y eso no se limita a los ancianos: cualquiera que valore el aprendizaje seguramente continuará hasta el día en que muera.
—Vaya, vaya, pequeño gorrión. ¿Por fin te estás ablandando conmigo?
—Sin embargo, si alguien tiene o no la capacidad intelectual para asimilar lo que aprende es otro asunto.
Chispas volaron entre el gorrión y mi compañera de trabajo. Yo los ignoré y eché un vistazo alrededor.
Fue entonces cuando noté que la puerta corrediza del galpón estaba completamente abierta. En el interior podía ver equipo nuevo desparramado por el piso, como si la Srta. Futarishizuka simplemente lo hubiera empujado hacia adentro y lo hubiese dejado ahí. Había una torre de computadora de escritorio que se veía pesada, un gran monitor curvo y un escritorio eléctrico regulable para sentarse o estar de pie. Todo parecía bastante caro. Era un contraste total con mi simple laptop.
—¿Ese es tu equipo de grabación? Sí que hay mucho, —dije, rompiendo el ambiente tenso y cambiando el tema.
La Srta. Futarishizuka respondió de inmediato:
—¿Andas de curioso, eh? Lo imaginé. Los chicos siempre son chicos.
—No es que tengas que contarme si no quieres.
—¡Es una poderosa máquina gamer creada por mí, ensamblada con piezas seleccionadas a mano en tiendas de Akiba! —declaró con entusiasmo, sacando pecho.
La torre era bastante grande, y tenía una cubierta de vidrio en el costado que permitía ver su interior. Los tubos rígidos de refrigeración líquida, ordenados con precisión mientras rodeaban el procesador central y la tarjeta gráfica, dejaban claro que tenía mucha experiencia armando computadoras.
—¿Planeas transmitir videojuegos? —pregunté.
—Exactamente. Es un género en el que puedes destacar solo con habilidad en el juego, ¿sabes? Una oportunidad demasiado buena como para dejarla pasar.
Al igual que con la música, siempre había demanda de transmisiones de juegos. Y dependiendo de tu habilidad, era muy posible volverse viral. Yo también había considerado la idea al principio, pero la descarté; no solo era mal conversador, sino que tampoco tenía ninguna habilidad en los videojuegos digna de mención.
—Ya veo. Teniendo en cuenta el plazo de dos semanas, sí que parece el plan perfecto.
—Exacto. Además, mi encantadora y femenina voz será como darle un garrote de hierro a un oni, o alas a un tigre: terminará de sellar el trato. Ya puedo ver los super chats rojos volando mientras encadeno jugadas divinas una tras otra.
—Eres muy materialista, ¿lo sabías?
Sabía cuántas veces había buscado su propio nombre después de su debut como la Estudiante Enmascarada. Quizá, en realidad, tenía mucha hambre de aprobación externa.
—¡Además, siempre quise probar a streamear videojuegos! Hay gente que solo es buena charlando y es completamente nefasta jugando, ¡y aun así tiene toneladas de fans! Cuando veo eso, me hierve la sangre.
—Bueno, supongo que entiendo el sentimiento.
Considerando cuánto amaba los videojuegos, tenía sentido que tuviera un montón de opiniones al respecto. Tal vez no era tanto necesidad de aprobación como una pequeña rebelión contra la sociedad.
—En fin, el mundo de las computadoras que te armas tú mismo se ha vuelto bastante desolado últimamente. Antes podías conseguir piezas incluso en Shinjuku. Pero ahora casi no las encuentras fuera de Akiba. Para alguien que quiere que los fallos de fábrica o los problemas de compatibilidad se resuelvan en cuestión de segundos, no hay nada como una buena tienda física.
—Sí, parece que hoy en día hay mucha menos gente realmente interesada en las computadoras.
Mientras los dos charlábamos en el patio, apareció la Señorita Hoshizaki. Tipo Doce venía con ella.
Acababan de salir del callejón y habían entrado por la abertura improvisada en el muro de bloques del patio que hacía de entrada.
—¿Eh? —nuestra compañera senior nos miró, desconcertada—. No sabía que ustedes dos también estaban aquí.
—Hola, Señorita Hoshizaki, —saludé.
—Veo que no tienes problema en dejar a tu hermana atrás, —comentó la Srta. Futarishizuka—. Debe tener el día libre en la escuela.
—Dijo que saldría con amigas, así que decidí pasar el día aquí. En casa hay demasiadas distracciones. Así puedo concentrarme en grabar mis videos. Después de todo, solo necesito mi smartphone.
—¿Oh? Entonces, ¿para qué es ese enorme bolso de viaje?
La Señorita Hoshizaki llevaba un gran bolso tipo Boston colgado del brazo. Y por alguna razón, estaba con su uniforme escolar, pese a que no era día de clases. Tampoco llevaba maquillaje, sino sus gafas habituales. Claro, hoy en día los estudiantes solían caminar con el uniforme incluso los fines de semana. Quizá yo solo estaba dándole demasiadas vueltas al asunto.
—Eso es un secreto. Y hablando de eso, tú estás vestida de forma bastante extraña. ¿Estás haciendo trabajos eléctricos?
—Así es. Y si alguno de ustedes quiere más enchufes en su habitación, supongo que podría pasar a instalar algunos de camino.
—Gracias por la oferta, pero creo que yo pasaré. Traje un alargador de casa.
—Vaya, sí que vienes bien preparada.
—Bueno, quiero subir al menos un video antes de que termine el día.
Tal como había dicho la última vez que nos vimos, la Señorita Hoshizaki parecía haber encontrado alguna idea jugosa. Escuché su tono triunfal y comencé a ponerme nervioso. Ahora estaba en un buen aprieto. Parecía que ya me habían dejado atrás.
No pasó mucho antes de que mi vecina y Abadón se unieran a nosotros, asomando sus caras por detrás del muro de bloques. Abadón flotaba al lado de mi vecina, como siempre.
—Hola, señor.
—Ah, tienes razón. De verdad estamos todos aquí.
No parecían sorprendidos de vernos. Por el comentario de Abadón, parecía que ya sabían que nos íbamos a reunir. Esperaba que no se hubieran sentido obligados por mi decisión.
—Tienes el día libre en la escuela, ¿verdad? —dije—. ¿Segura de que quieres pasarlo aquí?
—No tenía nada más que hacer, así que pensé en venir a trabajar en mi video. No necesito estar en ningún sitio en particular para pensar un guion. Y parece que todos tuvieron la misma idea, ¿no? —miró el cobertizo en construcción y el bolso de viaje de la Señorita Hoshizaki: exactamente de lo que acabábamos de hablar.
—Oye, oye. No andes filtrando información sobre nuestro video, aunque sea en una charla casual.
—Si con eso basta para hacernos perder el concurso, probablemente no teníamos ninguna oportunidad desde el principio.
—¿Un guion? —dijo la Señorita Hoshizaki—. ¿Vas a hacer un video con historia?
—Bueno, ¿y de qué va a tratar tu video?
—Oh, eso todavía es un secreto.
—Entonces el nuestro también.
Mi vecina y la Señorita Hoshizaki estaban algo susceptibles. Nunca se habían llevado muy bien, y pronto dejaron de hablar para centrar su atención en otra cosa.
Mi vecina ahora miraba hacia el cobertizo del patio. Ella y Abadón empezaron a especular sobre lo que estaba haciendo la Srta. Futarishizuka; la conversación fue casi idéntica a la que había tenido antes con Pii-chan. Y la Srta. Futarishizuka estaba más que encantada de hablar de su pasatiempo.
—Es una computadora grande, —dijo mi vecina—. ¿Por qué tiene el lateral de vidrio?
—Cuando la enciendes, las piezas de dentro se iluminan con un arcoíris de colores.
—Ah, ya veo. ¡Puedes monitorear el interior según el color de las luces!
—No exactamente. Solo se iluminan.
—¿No tienen otro significado?
—¿Qué quieres decir con eso? ¡Es súper genial! ¿No te emociona con solo verla?
—Dice que es súper genial, Abadón.
—La humanidad a veces evoluciona en direcciones que no puedo comprender…
Frizcop: Ya somos 2.
Quizá yo también podría intentar hacer transmisiones de videojuegos. Pensé en algunos títulos que recordaba haber jugado antes. Si solo era un video de gameplay , probablemente podría editarlo yo mismo. Pero, dependiendo del juego, quizás tardara mucho solo en terminarlo. Me alegraba haber hecho ya un video y tener una idea de cuánto me tomaría editar.
Justo entonces, escuché a alguien correteando por la sala de estar. Un segundo después, Lady Elsa salió corriendo a la veranda, vestida con un delantal.
—¡Um, Futarishizuka! ¿Tienes un momento? Me preguntaba cuántas raciones de arroz debería preparar para el almuerzo… ¿Eh?
Nos vio y se sorprendió por un instante, pero enseguida su expresión se transformó en una sonrisa.
—¡No sabía que ustedes también estaban aquí! —dijo—. Estuve en la cocina todo el tiempo.
—¿Lady Elsa? Y el Príncipe Lewis. Tampoco me había dado cuenta de que estaban aquí, —dije.
—Pues claro que están, —dijo la Srta. Futarishizuka—. No es que pudiera solo dejarlos en la mansión.
El Príncipe Lewis estaba de pie detrás de Lady Elsa. Igual que antes, llevaba ropa de este mundo… y sobre ella, un delantal idéntico al de Lady Elsa. El diseño lleno de volantes causaba un efecto curioso; parecía una elección extraña, pero le quedaba sorprendentemente bien.
—Por lo que parece, necesitaremos más o menos la misma cantidad que para la cena de ayer, —comentó.
—¡Sí-sí, señor! Yo también lo creo, —respondió Lady Elsa.
—El arroz está bien, pero no tenemos suficiente de lo demás. Tendremos que preparar unos cuantos platos más. Creo que deberíamos servir todo en bandejas grandes en lugar de porciones individuales. ¿Qué opinas?
Parecía que los dos habían estado preparando el almuerzo. Sentía curiosidad por saber si el príncipe tenía habilidad para cocinar, pero por sus comentarios, daba la impresión de que no habría ningún problema. No solo era increíblemente sensato, sino que también reaccionaba con rapidez.
A medida que el patio se llenaba de más vida, Tipo Doce hizo un anuncio.
—La hija menor se siente profundamente conmovida por el hecho de que toda la familia haya decidido venir a la casa por voluntad propia.
Su rostro, como siempre, era inexpresivo. Pero sus manos, apretadas en puños a los costados, dejaban entrever la fuerza de los sentimientos en su interior.
—Parece que caí justo en la trampa de la hija menor, —comentó la Srta. Futarishizuka—. Qué frustrante.
—Abuela, por favor, no me molestes cuando estoy profundamente conmovida.
—¿Siquiera notaste el cobertizo?
—Puedo simplemente cortar la electricidad que va hacia él, si quieres.
—¡Oh, perdón! Ya sospechaba que ibas a amenazarme con eso, así que estoy distribuyendo la electricidad desde la línea principal a la casa. ¡Si cortas la energía de mi cobertizo, dejarás toda la casa a oscuras al instante! Me pregunto cuánto durará entonces el calor del kotatsu.
—Urgh. Tan irritantemente audaz…
Y así pasamos todo el día juntos en la casa. Para alguien como yo, acostumbrado a vivir solo, estar rodeado de tantas personas durante tanto tiempo resultó bastante agotador. Pero, al mismo tiempo, me reconfortó, y cuando me di cuenta, ya era hora de la cena.
Por desgracia, no había avanzado nada en el concurso de visualizaciones. Mi primer video tampoco había conseguido más atención. El día había pasado de largo y yo seguía sin ideas para nuevos videos.
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2 Comentarios
Gracias por la traducción , se agradece muchísimo
ResponderBorrarDe nada ^^
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